Acabo de terminar de ver la serie Cobra Kai, la cual creo que es de las mejores sensaciones que he tenido al finalizar una serie, sino la mejor. De hecho, después de verme la maratón de los 6 capítulos del tirón

me he venido al blog a escribir esto, a las 3 de la mañana.

La serie son 6 temporadas de 10 capítulos, menos la ultima que son 15. Y salvo las temporadas 4 y 5 que se hace repetitiva y un poco árida de ver, la serie se deja ver bastante bien. Y en mi caso, por que la serie me daba lo que me estaba pidiendo la historia y su planteamiento, es decir, que el hecho de que me haya gustado tanto, es porque ha sabido conectar conmigo: La nostalgia de rescatar una película de hace 40 años, con los mismos actores, y cuando digo los mismos, son los mismos, quiero decir que si en algún momento formaste parte de las 3 películas y no te han llamado para aparece en la serie, plantéate tu calidad como actor, o la calidad de lo que hiciste en esas películas, porque es frecuente que a lo largo de la serie aparezcan flashback con imágenes de las películas para explicarte quien es ese personaje cincuentón que acaba de aparecer en escena y no sabes quien es.
Y después, un montón de “giritos” argumentales de guion, que cuando la historia del episodio o de la temporada va por un hilo totalmente predecible, lógico y hasta en algún momento aburrido, consiguen despertarte la curiosidad y reengancharte al vagón del entretenimiento.

La serie tiene mucho de conflictos y amoríos de una recua de chavalería con exceso de hormonas, y de montar dramas tremebundos por malentendidos y confusiones, pero en algún momento se ponen el gi o kimono, dan cuatro patadas, hacen un par de katas y 2 saltitos y se presentan a campeonatos, y alguno hasta los gana y todo.






************ SPOILER ALERT***************










En fin, que pocas series me han dejado mejor sabor de boca, si no tienes nada pensado para ver y viviste Karate Kid en los 80, dale un vistazo. Yo empecé a verla por la tontería y la nostalgia y mírame donde estoy. Eso sí, habrían triunfado si en la última pelea, Johnny Lawrence hubiera utilizado la pata de la grulla.
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