He dado un repasito a la plantilla, que había muchas cosas que o bien no funcionaban ya, o estaban obsoletas, o no tenían sentido. También he actualizado el apartado de "wishes", ya que Hetoo me regalo la capucha ya, y como de nuevo me ha dado por pintar figuritas, pues a ver si de una vez juego una partidita al Warhammer.

Me aburro mucho últimamente, y lo de las figuritas al menos me va a tener ocupado en casa, si consigo un poco de motivación al respecto, que de momento no ha aparecido. De momento solo ando haciendo retoques a las que ya están pintadas, y me da una pereza terrible coger un regimiento y terminarlo. El problema de los regimientos es que tienes 10-15 miniaturas, que van todas con el mismo patrón de color, y que lo suyo seria que las hiciera en paralelo. Bueno, pues no soy capaz. Tengo que tratar cada figura individualmente, y claro, a la tercera miniatura ya estoy hasta los mismísimos de hacer lo mismo. Así que aparco el regimiento, y o cojo otro, o abandono los pinceles por un tiempo. Luego, cuando retomo ese regimiento, no soy capaz de acordarme o encontrar la misma mezcla de color, así que mientras que pinto una nueva, voy retocando las que ya están pintadas con las nuevas mezclas. Por tanto, tengo los personajes individuales todos pintados, pero regimientos... ni uno.

El Smart murió, por lo que ahora tengo un flamante pandita. Si el smart era el huevín, a este le podemos llamar yemín por el color. El Smart, por muy chulo y muy pequeñito que fuera, ha salido fatal, y a los 9 años ha habido que mandarlo al desguace. Problemas con el embrague y la caja de cambios, aparte de un bujero en la bomba del gasoil. Aparte, está muy chulo eso de que sea Mercedes y tal, pero que tenga que ir por narices al concesionario mercedes con mi cochecito de 9000 euros, que curiosamente es al mismo sitio donde van los coches de 90000, pues como que sale un poco caro.

Y finalmente, Hetoo está a dos días vista de hacer la entrega del Proyecto de Fin de Carrera, con lo que en breve, aparte de acabar la carrera, por fin se(nos) quitara esa losa de encima y volverán aquellos días lejanos en los que se podían hacer planes. La verdad es que yo no podría hacer algo así, de hecho, en los últimos meses la situación me ha sobrepasado un poco, y aparte de estar bastante tocahuevos, no he sido capaz de ayudar o al menos, no entorpecer. En fin, menos mal que en un par de días esto va a acabar.

Y por último, ya estamos haciendo planes para las vacaciones de noviembre, que con mucha seguridad, será al Mar Rojo con visita incluida a las pirámides. Todavía falta mucho para empezar a ilusionarse, pero el ganasdequellegueyanometro está empezando a coger presión.
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